Ya comentamos un día la gran tradición de mercados de segunda mano que existe en Barcelona, ese encanto especial que cada puesto ofrece a los visitantes, ese ambiente de peace&love que se respira edición tras edición y en definitiva, esa identidad propia de cada mercado. En esta ocasión, me gustaría presentaros el mercado de los Encantes Nuevos, que fue inaugurado hace pocos meses. Pero para entendernos mejor, primero deberíamos recapitular y mirar unos años atrás. El antecesor de los Encants Nous (Encantes Nuevos) se origina en el siglo XIV bajo el nombre de Encants Vells (Encantes Viejos) o Fira de Bellcaire, ubicada en la Plaza de las Glorias, era un ejemplo del dinamismo comercial que en la ciudad de Barcelona existía y sigue existiendo. Es desde entonces una de las ferias más antiguas de Europa y más especiales, debido a su oferta y actividad de subasta. Así, el visitante se encuentra ante una gran variedad de artículos (mobiliario, antigüedades, ropa, libros, discos, coleccionismo, material eléctrico, maquinaria, electrodomésticos, confección, decoración, hogar...) tanto de segunda mano como de primera mano, y siempre al mejor precio. Sin olvidar que a primera hora de la mañana se realizan subastas públicas, momento muy tradicional y sorprendente, quizás el más llamativo del mercado. Y como los tiempos cambian y se actualizan, los Encants Vells son ahora los Encants Nous. El emplazamiento sigue siendo en Glorias pero en el antiguo Bosquet dels Encants. Presenta una arquitectura espectacular, obra de Fermín Vázquez. Y, un diseño donde la actividad comercial se realiza bajo una gran cubierta que refleja el bullicio comercial y que cobija de la lluvia y del sol, pero sin limitar la sensación de compra al aire libre. El mercado consta con una superficie de 33.306 m2, y los puestos antiguos y los nuevos establecimientos y comercios, se disponen en las diferentes plantas del mismo. ¿Resultado? Muy bueno. Los Encants Nous es una obra que combina la antigüedad con la modernidad y que respeta el espíritu callejero y tradicional de su antecesor. Os invito a que lo visitéis y disfrutéis en busca de los objetos más inesperados, como el libro que me compré por dos euros, escrito en francés y sobre Cartas que Chopin, el pianista, escribió a Georges Sand. En fin, sorpresas que solamente en estos lugares puedes experimentar.
Fotos: cosmovoce by Giov
